El Zodiaco y la Biblia
12.08.2015 08:58
¿Sabías qué Josías fue el rey más joven, con ocho años de edad, quien gobernó a Jerusalén y realizó reformas sobre el pueblo y destaca, entre ellas, las consulta a los signos zodiacales?
De acuerdo con 2 Reyes 23:5, Josías quitó a los sacerdotes idólatras…y asimismo a los que quemaban incienso a Baal, al sol y a la luna, y a los signos del zodiaco.
El estudio y consulta de los astros y la adivinación siempre han sido penados por la Palabra de Dios.
Una serie de estudios tergiversados que mezclan ciencia, cristianismo, religión y humanismo han conducido a un gran número de masas a creer en la astrología.
Un estudio de Carlos Tereschuk sobre Astrología Científica afirma que "se empieza a operar en ámbitos energéticos, donde hay que tener una cierta precaución, porque como dice la Biblia, nuestro Dios es un fuego consumidor: El fuego quema todo lo que no es fuego, entonces uno se puede quemar. Estamos jugando con fuego. Toda energía espiritual tiene un poder inconmensurable, hay que tener precauciones".

La astrología se ha encargado de difundir la idea que a través del movimiento planetario, nuestras vidas tendrán una mejor calidad y tendremos salud, dinero y amor.
Deuteronomio 18:20 y 22 dice: El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá. Si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.
Cuando la astrología afirma predecir el futuro, la Biblia nos enseña que esto no proviene de Dios y por consiguiente ES UNA MENTIRA, ubicando a estas acciones dentro de la brujería, hechicería, adivinación las cuales son ABOMINACIÓN A DIOS (Deuteronomio 18:10-12).
Josías entendió claramente que nuestro futuro no depende del movimiento de los planetas ni de las estrellas, mucho más aún, no está regido por fuerzas positivas o negativas, sino que nuestra vida encuentra la plenitud a través de Cristo Jesús y que el que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.
